Gloria Mendoza Borda. Lluvia editores, 2013 |
GLORIA MENDOZA BORDA Y LA SIMBIOSIS DE LA
PALABRA
Gloria
Mendoza Borda (1948), es una destacada escritora peruana, está presente
en las antologías más exigentes del país, su poesía ha trascendido al contexto
internacional, prueba de ello podemos encontrarla en publicaciones destacadas
de universidades y grupos de literatura que editan libros y revistas
especializadas en literatura. Y es constantemente invitada a foros y encuentros
de literatura que se realizan fuera del Perú.
Gloria
Mendoza Borda, es experta en el arte
creador de la poesía, puede burilar la palabra para convertirlo en música, así
lo ha demostrado con las obras que nos ha entregado. Su experiencia poética lo
ha llevado a ser un ícono en la
vertiente del descubrimiento y reinvención de la palabra, de encontrar un punto
de encuentro lingüístico, una simbiosis
del mundo andino con en el mundo occidental. Su poesía representa la
experiencia vivida del cual hablaba el maestro Jorge Luis Borges, aludiendo que
la literatura no era otra cosa que la experiencia misma. Su poesía está en el
plano del manejo y dominio idiomático: “DESDE LA MONTAÑA GRITO TU NOMBRE”, es un libro tangencial para la literatura peruana, pues marca un
nuevo derrotero demostrando que es posible convivir y hacer universal aquello
que se considera desarraigado como es la cultura andina. Está claro que no
somos una nación, pero si somos una
nación en formación, ya lo había explicado José Carlos Mariátegui. La temática que aborda en su obra, es una
temática vigente que es abordado profesionalmente,
es una temática incorporada de manera extraordinaria como el poema Aynacha, Apu
Huaynaroque, y otros, y sobre este aspecto ya había sugerido José Martí “pinta
tu aldea y serás universal”, el propio Gabriel García Márquez representó en
Macondo a su natal Aracataca.
Martina
representa a miles de mujeres campesinas, que conoció Gloria Mendoza, y estos vínculos
interpersonales le formaron otra concepción en la percepción del mundo, pues el
poeta generalmente intenta escapar de la realidad a través de la poesía, Gloria
Mendoza muy por el contrario se queda en
la realidad y hace poesía de la realidad, ahí se encuentra lo más exquisito de
su experiencia poética, sumándose a ello el profundo conocimiento cosmogónico y
cósmico que domina. Y este nombre Martina está también presente en su otro libro "La Danza de las Balsas" (1998, Lima, Editorial Horizonte), y porque precisamente Martina, y a quien representa esta mujer y este
nombre común que no forma parte de ninguna galería pictórica, musical, poética. Martina fue una mujer aymara que conoció
la autora y vivió con ella en el territorio aymara de Huancané, Martina al
igual que Gloría, vivió los años de violencia social del cual fue víctima, la
muerte de Martina es un misterio apareció muerta en una comunidad campesina de
Inchupalla un 11 de noviembre la misma fecha en que nació, murió sin padecer de
ninguna enfermedad, el día de su muerte se atavió con sus mejores polleras de
bayeta, su p’ullo, su sombrero, pues
cumplía 40 años. Apareció muerta pasado el mediodía sobre un pastizal, al momento
de su partida solo le acompañaba su leal perro “sunka” y este también murió en el mismo lugar que su ama al cabo de
1 mes. En el mundo aymara la muerte no es una maldición, ni una desgracia
mayor, sino es el encuentro esperado ansiosamente con la madre pachamama, un viaje sin retorno donde según
creencia aymara de la zona, en este viaje a la eternidad existe un rio grande y
caudaloso por cruzar, y este rio solo se puede cruzar con la ayuda de un perro.
Hoy en Sillutpata en la tumba de
Martina crece un qolli, de lejos parece que estuviera sentada
chacchando su coca y su llijta, dicen
que lo plantaron los campesinos de la zona para que Martina siga vigilando la
comunidad a través del qolli, lo regaron por turnos porque Martina fue una mujer pilar del desarrollo comunal,
su padre (Julian Paredes Vargas) y ella, estuvieron en litigio con los
terratenientes de la zona por más de
treinta años, defendiendo el derecho a la tierra y a la vida, y en este proceso
se hizo madre. Todo este misterio, seguramente alimentó el genio creador de
Gloria Mendoza Borda, porque Martina representa a miles de mujeres peruanas y
latinoamericanas sin mayor significado ni trascendencia para el mundo
occidental, sin embargo sus nombres y sus ánimas no ha muerto en el pensamiento
cosmogónico del hombre andino. Gloria Mendoza retrata y patentiza en la memoria
colectiva a través de la poesía, hechos significativos que solo pueden ser comprendidos
por la misma experiencia vivida y comprendidos
por el talento de su pluma y para luego convertirlo
en música universal.
AYNACHA
Campesinos encontraron
la imagen de mama Martina reflejada en rio Ramis
aquí donde el cielo y el rio se juntan
la inundación de Puerto Puquis aún reflota
no estás muerta mama Martina
aullido espectral de búhos
aynacha en los ríos del mundo
Agua que azotó el pellejo de la poesía
La poesía se ha ahogado en una noche
Mi luna mi dulce luna mi luna mi dulce lunaaaaa.
EPÍSTOLA PRIMERA
Charco de tierra destruyo la voz del olvido luego del diluvio
acuérdate que existen ovejas en copos de nieve
la trenza airada de mama Martina y la canción
de la sacerdotisa implorando no al aullido de los perros
no a la boca viperina si a la ruda sí al romero si a las
rosas
escucha poeta la estación termina
y las cosas que dejaste
las calles donde las esquina son faros
el cielo multiplicando sus astros
la sonrisa la muerte/ aún todo está intacto.
SEÑORA TRISTEZA
Buenas noches mama Martina acompañada de yatiris
de la lluvia en agonía entre triste trinos
luego de relámpagos de las penas cotidianas
corola deshecha madre tierra entre pólvora y voces
en este movimiento de lava y piedra
sentimos flechazos de pájaros salvajes
en nombre de la inocencia humedecida por lejanos sueños.
El qolli que crece en la tumba de Martina. |
Los comuneros le tributan homenaje a Martina y a los difuntos con pinkillos todos los 1 de noviembre |
En el ideario Aymara los difuntos nos visitan el 1 de noviembre de todos los años y hay que abastecerlos con víveres para que retornen a su otra vida. |
La pinkillada es la música universal de las ánimas en el mundo aymara. |