A PROPÓSITO DE FERNANDO CHUQUIPIUNTA MACHACA
Por Fidel
Mendoza Paredes*
Fernando Chuquipiunta y Fidel Mendoza |
La educación es uno de los
factores más importantes para el desarrollo de los pueblos, es la brújula, la
rosa náutica, la verdadera antorcha que determina el derrotero de los pueblos
que buscan el ansiado desarrollo. Si tuviéramos hombres con una suficiente
formación moral impartido en la familia y en la escuela, no serían necesarios
tener soldados finamente entrenados en el arte de matar para cuidar nuestras
fronteras, ni los penales estarían repletos de presos, tendríamos muchos policías desocupados en busca de trabajo.
Menos tendríamos bravucones conduciendo vehículos en estado de ebriedad, ni
hombres que aspiran llegar a la administración pública para apoderarse de la
cosa pública. Si tan solo nos preocupara la importancia de la educación
cambiaría nuestra calidad de vida y por ende nuestra sociedad,
definitivamente sería una sociedad distinta
consciente de sus derechos, y exigente en la buena administración del Estado.
Una sociedad educada está conformada por hombres pensantes y críticos,
consecuentemente la lectura constituye el
pilar fundamental de la
existencia de una sociedad consciente, la lectura libera y hace libre a los
hombres. Leer en los tiempos de cólera (evocando
a la novela “El amor en los tiempos de cólera”[1]) resulta
una empresa difícil, pues nos extirparon el placer de la lectura a cambio de la barbaridad deformadora de los
canales televisivos capitalinos y locales (los primeros nos hacen creer la
insensata idea que Lima es el Perú, con
programas triviales como “esto es guerra”
el peruano típico cobrizo que es parte del 90% del país, jamás formaría parte
de ese programa y los últimos pretenden alcoholizar a la comunidad
promocionando eventos cerveceros con
cantantes folclóricas cuyos temas incitan solo a beber y a destruir la
institución de la familia), que tienen
un contenido propio de lo que expulsa el sistema digestivo, en ese sentido la
canalla nunca aportará en la formación de generaciones, sino será su principal
deformador, como viene ocurriendo. A ello se suma la perversa recomendación en
los colegios e instituciones superiores de leer textos auto motivacionales que
convierten al ser humano en reductos egoístas
e insensibles con sus semejantes, bajo el pretexto de ser “competentes” entre estos
autores tenemos a Miguel Ángel Cornejo,
Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Spencer
Johnson, y otros de la repulsa. En contraposición a estas tendencias de invitación
a la lectura se debe promover la lectura de textos de Filosofía, Economía
Política, Historia Universal, Literatura, Geopolítica, y otros que formen conceptos críticos.
Huancané, en los últimos años por momentos se
ha tornado en la capital cultural de la región, allí ocurrieron los eventos más
importantes del año, y todos organizados con relativo éxito y una respetable
convocatoria. Y en esta provincia[2]
nombrada como una de las provincias más
antiguas del Perú, no funciona ninguna universidad para que pueda promover actividades de la
notoriedad alcanzada, no está una filial de la Asociación Nacional de
Escritores y Artistas, menos la Casa del Poeta Peruano, u otras organizaciones
culturales de prestigiosa data. Sin embargo, están asentadas allí el Instituto
Superior Pedagógico, el Instituto Superior Tecnológico, la Unidad de Gestión
Educativa Local, instituciones poco trascedentes,
y siempre fueron de esa naturaleza, es decir poco o nada aportaron para el
desarrollo cultural de la Provincia. El Municipio ni hablar, se ha tornado en
un escenario estéril y aislado, incompetente para promover la organización de
eventos de la calidad que se vieron en Huancané.
En Huancané la tierra de mis querencias, la
Comala[3] aymara,
un fantasma recorre sus calles desde hace años, un hombre joven inmune a la indiferencia de sus autoridades y
vecinos dedicados a otros menesteres y placeres de la vida. Su nombre creció tempranamente, y se habla en todos los
rincones de la comarca, inclusive en las tardes de bohemia se desmadeja sus
osados proyectos. Algunos mortales inclusive deben sentirse aterrados por su
nombre, pues se atrevió a incomodar la estancia con raros invitados que llegaron a Huancané:
barbados, pelucones, calvos, estrafalarios, delicados, y de extrañas costumbres.
Unos leen poemas en las esquinas, otros intercambian libros en las bancas de la
plaza de armas, algunos cargan sus cuadros de pintura por las calles, otros
ejecutan temas con sus guitarras, en fin realizan actividades nada comunes; los
niños y jóvenes los siguen, y se
arremolinan en su alrededores atreviéndose a pedirles autógrafos. En internet, sus
nombres e imágenes son reconocidos como
celebridades en varias páginas electrónicas y estos sujetos llegaron a Huancané.
Y las veces cuando estos ilustres seres deambulan por las calles se
escuchan sicuris, estudiantinas, y
cantores a capela, la ciudad está de fiesta. Algo está pasando en Huancané,
hace años atrás no había estos loqueríos, excepto en los carnavales, fiestas de mayo, virgen de Rosario, cuando
retornaban los hijos de Huancané, muchos acomplejados por la capital con
peinados que les hacían parecer fetos y llevaban pantalones tipo cañón de
escopeta, otros hacían gala de su
prosperidad económica en otros lares, bebiendo tragos finos y alardeando de sus
éxitos, como quien cuenta las aventuras de Gulliver. Pero ahora que está
ocurriendo en Huancané ¿Quién se atrevió alborotar el gallinero? es un hombre joven
a quien conocí cuando recién había
egresado de la secundaria, transcurrido
los años aun ahora sería parte de los
alcances de la ley “pulpín”, su nombre
es Fernando Chuquipiunta Machaca, nació en el hogar de Indalecio Chuquipiunta
Quispe y de doña Carmen Machaca Condori, para fortuna de Huancané vino al mundo allí.
Muchos jóvenes de su edad andan en otros menesteres, unos están dedicados a
encarnar el papel de Casanova[4], otros
son moradores de las discotecas donde rinden homenajes descomunales a Baco y
ejecutan bailes electrizantes, aún hay los más, los que aún no han definido ni
entendido la razón de su existencia, pero Fernando vino al mundo bendecido para
leer y escribir, tempranamente ha publicado los libros “La pipa sinfónica”
(Huancané, 2006), “La crestomatía del tío arcaico y sus textos literarios”
(Huancané, 2006), “Brío del Trovador” (Arequipa, 2006), “Monólogo del aedo”
(Lima, 2013) y “30 voces contemporáneas en la poesía puneña” (Lima, 2014),
textos que han merecido comentarios en la prensa especializada de la región y
en el país.
Durante un coloquio literario con destacados escritores |
José Luis Ayala, Saturnino Corimayhua, Fidel Mendoza y otros intelectuales. |
Después de un recital poético con estudiantes de la UNA |
*Escritor.
[1] Novela
del escritor colombiano Gabriel García Márquez, publicada en 1985.
[2]
Huancané fue creada como provincia el 19 de setiembre de 1827.
[3]
Pueblo mágico de la novela “Pedro Páramo” de Juan Rulfo.
[4]
Película norteamericana, en cuyo trama ninguna mujer se resiste a la seducción de Casanova.
Huancané, epicentro de las actividades culturales en la Región Puno. |