miércoles, 28 de octubre de 2009

TE ESPERARE EN EL CIELO

La novela "Te esperaré en el cielo" del escritor Fidel Mendoza Paredes, es la primera novela peruana de violencia social, narrado en el escenario del altiplano puneño. En la trama de la obra interactuan el ideario cosmogónico del pensamiento aymara y la cruda realidad de los años de la violencia que significaron la violación a los Derechos Humanos, el no respeto a la dignidad de hombres y mujeres, hechos que generaron que los grupos humanos que habitan las comunidades campesinas de Puno sean obligados abandonar sus hogares con dirección hacia las urbes del sur y la capital Lima. Hechos que merecen estudios sociológicos que expliquen el proceso de la evolución de la violencia social y el despoblamiento de las comunidades alto andinas, amargas experiencias que nunca mas deben ocurrir en el Perú. Y la literatura también cumple esa función de dar testimonio de la época en que fue escrito, y las generaciones posteriores puedan imbuirse de lo que ocurrió, como si estuvieran bebiendo agua fresca.
La novela explica también las utopías del mundo aymara, sus crencias mágico religiosas, como el famoso mito del kharisiri, tan comun y popular en el altiplano peruano - boliviano.
Se muestra la portada de la segunda edición publicado por la Editorial San Marcos. Lima. Perú. Prólogo a la segunda edición Miguel Arribasplata.

domingo, 25 de octubre de 2009

DRIVER AUDIO REALTEK

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jueves, 28 de mayo de 2009

PELIGROSA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL EN PUNO

MARGARITA JIMÉNEZ : SOLA CONTRA LOS HUMOS NOCIVOS

Por : Fidel Mendoza Paredes

¿Cuántos de nosotros, tuvimos la valentía de denunciar a los contaminadores del medio ambiente? ¿Cuántos dejamos de contaminar lo ya contaminado? Muy pocos asumimos ese papel.
Evidentemente los mayores contaminadores del medio ambiente son los países desarrollados, entre ellos USA que retiró su firma del tratado de Kyoto. Los países europeos también tienen su couta de responsabilidad y hoy pretenden sacramentarse como los promotores del respeto al medio ambiente y a los Derechos Humanos. Mientras que los países subdesarrollados cargamos el pasivo del “mea culpa”, cabalmente cargamos muerto ajeno, sin embargo, no podemos excusarnos ni hacernos los desentendidos.
Desde la histórica revolución industrial donde el proceso productivo se vio mecanizado, nuestro planeta empezó a contar su cuenta regresiva que lo lleva a la hecatombe, sin que pudiéramos hacer nada sus inquilinos. El humo de las fábricas que en el pasado fueron desarrollo para el hombre, porque dejamos atrás el trabajo artesanal, hoy nos conducen a un túnel sin escapatoria, en relación de semejanza tendremos la suerte de los cuerpos que quedan atrapados por los agujeros negros del que nadie se salva. La especie humana probablemente sea borrado del mapa terrestre, arrastrando en su desgracia a otras especies que nada tuvieron que ver con la contaminación ambiental y el calentamiento global.
Y en Puno, ¿Cuánto hicimos por detener la contaminación a nuestro lago Titicaca? Casi nada. ¿Cuál es el papel de la ONGs? ¿Qué hacen el Gobierno Regional y los gobiernos locales? ¿La Universidad Nacional del Altiplano, cumple su rol frente a la contaminación? No se salva la Universidad Andina de Juliaca, al parecer estas universidades no tienen la menor idea de que se trata, ni saben con que se come el tema. Las interrogantes surgen frente a la inercia de las instituciones y de la propia población, que al parecer no han tomado conciencia de los efectos de la contaminación ambiental y el calentamiento global, sin embargo, los moradores de nuestra zona ya vienen sufriendo los terribles estragos de la contaminación ambiental y del calentamiento global. Se reportan casos de cáncer de piel y otros males propios de los cambios bruscos provocados en el planeta.
En Juliaca, la fábrica de cemento sur ha impuesto su ley, la ley que corresponde a los trogloditas, la ley de la jungla, del más fuerte, del más poderoso, capaz de tumbarse Alcaldes y cualquier otra autoridad de marras, capaz de comprar líneas editoriales de los medios de prensa, capaz de aturdir la memoria colectiva y capaz de contaminar a gran escala el medio ambiente. ¿Acaso somos ciudadanos de segunda categoría? ó ¿Somos conejillos de indias? Evidentemente Caracoto y Juliaca son para Cemento Sur un inmenso laboratorio de macabros experimentos, donde probablemente “no sean responsables” de niños nacidos con defectos congénitos, mujeres y hombres cancerosos y con toda laya de sufribles padecimientos.
Como si fuera poco, gentes inescrupulosas sin contar con el menor reparo contaminan el medio ambiente, procesando diferentes elementos nocivos bajo el pretexto de hacer empresa, con el abierto consentimiento y complicidad de las autoridades locales y regionales, que simulan padecer de raras enfermedades de miopía y sorderas crónicas, hasta amnesias al borde del hanseimer Curiosamente la titular de la Cuarta Fiscalía Penal de Juliaca Carmen Huapaya, (Diario Los Andes, 9 de febrero del 2009) decidió archivar el caso de un minero que transportaba relaves mineros a la ciudad de Juliaca, o habrá pensado la magistrada que estos desechos los traía sacrificadamente desde la Mina La Rinconada para hacer jardinería o para lastre de las calamitosas calles de Juliaca, a lo mejor para contribuir con una obra de caridad. Claro que no. Increíble, pero cierto, santígüese. Esto solamente puede pasar en Juliaca y en el Perú. Y “¿Ahora quien podrá defendernos?”.
A fines del mes de noviembre (2008) en la ciudad de Juliaca, una mujer valiente, de esas mujeres salidos de la nada, con escasa instrucción y de procedencia aymara decidió denunciar la existencia de un centro clandestino de fundición de sebos, que quemaba sebo de animales en grandes cantidades, generando olores hediondos, humos asfixiantes y malestares en el sistema respiratorio y digestivo de su propia familia y del vecindario. Esta mujer tuvo que vencer amenazas y amedrentamientos de todo tipo inclusive de las propias autoridades que lejos de protegerla conforme a ley, fueron quienes vulneraron más sus derechos y los derechos de la población. Los héroes no son aquellos que no pudieron salir corriendo sino aquellos que surgen del polvo, de allí, de allá, de acullá, los que se ponen en la trinchera del bienestar de la humanidad, inclusive arriesgan y ofrendan su propia vida. Esta mujer se llama Margarita Jiménez Mamani, viste pollera y mantón, lleva sobrero y habla con mayor facilidad el aymara. Tuvo la valentía de denunciar al propietario de un centro clandestino de fundición de sebos, que a vista paciencia de las autoridades y vecinos hacía de las suyas. Sin embargo, siempre está el poder económico que puede todo, implícitamente puede quebrantar las más rectas conciencias y hasta citar de testigo al príncipe de las tempestades. Cuanto Puno y el Perú, quisiera tener miles de Margaritas Jiménez, tenaces y dispuesta a defender lo poco que nos queda, y sobre todo hablar por los que no pueden hacerlo, o por los que sabiendo hablar no quieren hablar. Rita Puma, la primera maestra campesina que aprendió a leer y escribir en la Paz, siendo ayudante de sastrería, a su regreso a Huancané, enseñó a leer y escribir a los campesinos, así surgió el gran movimiento campesino de 1923 que fundó una nueva capital para el Perú como es la Ciudad de las Nieves Huancho – Lima. Margarita Jiménez, con su escasa instrucción se puso abogar por nosotros y ha darnos lecciones de como cuidar el medio ambiente. Deberíamos aprender de Margarita Jiménez, inclusive agradecerle por defender nuestra salud.
La creación de la Fiscalía Supra-provincial Especializado en Materia Ambiental, hasta el momento casi en nada ha contribuido a cuidar el medio ambiente, teniendo en cuenta que debe tener un papel más contunde y no tanto decorativo ni figurativo, porque fue creando con fines de proteger a la sociedad, esperamos que retome el verdadero rol que le corresponde. En cuanto al caso denunciado por Margarita Jimenez, le hizo cargar el madero más pesado, hasta el punto de ponerle los oídos sordos a la denuncia de esta valiente mujer.